LA HISTORIA
"el maestro de música y director: d. eusebio rubalcaba"
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Eusebio Rubalcaba, una de las cimas más altas que ha dado la música en Talavera, nació en nuestra ciudad en 1888. Su afición a la música le venía de familia; su padre era el organista titular de la Ermita del Prado.
Iniciado, pues, por su padre en los estudios musicales, en su adolescencia y juventud los continuó en Madrid con José María Arribas y Remedios de Selva, sobrina del maestro Chapí.
A los 14 años de edad ya actuaba en público (en veladas privadas, celebraciones, teatros…). A esa edad, en 1902, ya era organista de la Colegial y las parroquias talaveranas. Por fin, en 1907, a sus 19 años, fue nombrado por el Arzobispado de Toledo Organista Titular de la Ermita del Prado.
En 1908 ya dirigió una Banda de Música en los actos preliminares y preparatorios para la conmemoración del Centenario de la Batalla de Talavera, que había de celebrarse al año siguiente, 1909: concretamente en el acto de colocación de la primera piedra del monumento que se pretendía levantar en la Glorieta de los Jardines del Prado, y que no llegó a realizarse, sembrándose en su lugar un Laurel, que hoy día es un hermoso árbol y da nombre a la Glorieta del Laurel.
Tras la brillante etapa del maestro Cebrián, siguieron los años difíciles de la II República y Guerra Civil. Al acabar ésta, Eusebio Rubalcaba fue designado, desde los primeros días de la posguerra Gestor del Ayuntamiento de Talavera (10 de abril de 1939). Entre esta fecha y el 14 de enero de 1941 ostentó los cargos de teniente de alcalde, alcalde-presidente provisional y concejal. En calidad de tal se encargó personalmente de reorganizar la Banda de Música y promover nueva convocatoria de selección de Director.
Eusebio Rubalcaba fue ordenadísimo y curioso. Desde que tomó posesión de su cargo de Organista, empezó a guardar gran cantidad de datos, recortes de periódicos y revistas que tuvieran relación con Talavera y la música. Era muy puntual y correcto en llevar las cuentas justificativas de las funciones en que tenía que intervenir. Por Santa Cecilia los distintos estamentos musicales de Talavera organizaban una función y, para ello, aportaban, en los años veinte y siguientes cantidades como 0,50, 1 y 1,50 pesetas. Con lo que se recaudaba se pagaba el sermón, cantores e instrumentos y siempre restaba algo para unas pastas y un vinillo… Algo parecido sucedía con el Novenario a Nuestra Señora del Prado. Siempre llevaba cuentas de la modesta cantidad que le asignaba la Hermandad para los instrumentos (violines, violocenlo, contrabajo, flauta, etc…) que acompañaban al órgano.
NUESTRO CENTENARIO
100 AÑOS DE HISTORIA (1909-2009 )